Entrenando la sensibilidad (Parte 1)

¿Cómo hacer para volver a sentir por demás? para salir de esa especie de no lugar en el que no pensas.
Decidí entonces ponerme a leer frenéticamente cada pedazo de papel impreso que tuviera al alcance de la mano, volver a escuchar música en castellano para leer sus letras e interpretarlas. Quiero pensar que no todo está perdido, que todavía queda en ese espacio de mi alma un poco de poesía sin escribir.
¿O será que ella gusta tanto de la miseria que así, y sólo así, se expone a ser vista?
Tendría que soltarme un poco del borde y mirar para abajo, dejar de criticarme tan duramente y simplemente hacer con mis letras lo que quiera. Dejarlas resbalar, confundirlas (a ellas y a mi), jugar un rato para que no se aburran solas y hacerles un tesito para mostrarles que las quiero. Dejar que ellas me cuenten las historia y no al revés. Es que mis ideas ya no son las de antes, ya no imagino que encuentro mi nombre en el obituario o que me llegan fotos con fragmentos epistolares.
Creo que no pude evitarlo y crecí.
Cambié mi corazón inflamable por esta especie de bola hecha de trapos rotos...?
Es como  re-aprender a caminar, horrible y tremendamente arduo pero interesante y fructífero al fin.
Soy un gatito que camina en la oscuridad y se la pone de vez en cuando contra algún adorno que trajo la abuela de cataratas del Iguazú.
Björk dice que imitamos el carácter abierto de aquellos que amamos.
Tengo tanto para decir y ni una punta para empezar.
Siempre me pasa que tengo épocas en las que no se me cae una idea, pero nunca me sentí así!
Supongo que se resuelve haciendo esto mismo, expresarlo. Supurar la herida hasta que sangre para dejarla cicatrizar.

Entradas populares