Cap. 77

-Comprenderá que después de esto...
-Res, non verba - dijo Oliveira-. Son ocho dias a unos setenta pesos diarios, ocho por setenta, quinientos sesenta, digamos quinientos cincuenta y con los otros diez les paga una coca-cola a los enfermos.
-Me hará el favor de retirar inmediatamente sus efectospersonales.
-Si, entre hoy y mañana, más bien mañana que hoy.
-Aquí está el dinero. Firme el recibo por favor.
-Por favor no. Se lo firmo nomás. Ecco.
-Mi esposa está tan disgustada -dijo Ferraguto, dándole la espalda y removiendo el cigarro entre los dientes.
-Es la sensibilidad femenina, la menopausia, esas cosas.
-Es la dignidad, señor.
-Exactamente lo que yo estaba pensando. Hablando de dignidad, gracias por el conchabo en el circo. Era divertido y había poco que hacer.
-Mi esposa no alcanza a comprender -dijo Ferraguto, pero Oliveira ya estaba en la puerta. Uno de los dos abrió los ojos, o los cerró. La puerta tenía tambien algo de ojo que se abria o se cerraba. Ferraguto encendió de nuevo el cigarro y se metio las manos en los bolsillos. Pensba en lo que iba a decirle a ese exaltado inconsiente apenas se presentara. Oliveira se dejó poner la compresa en la frente ( o sea que era él quien cerraba los ojos) y pensó en lo que iba a decirle a Ferraguto cuando lo mandara a llamar.

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